¿Está en riesgo la automoción valenciana?

¿Está en riesgo la automoción valenciana?

Analizamos con trabajadores, empresarios, economistas y representantes políticos el complejo momento que vive la industria de la automoción en la Comunidad Valenciana

Desde hace unos años, no hay respiro para la automoción valenciana. Primero fue la pandemia y la ruptura de las cadenas de suministro y mientras, la urgencia de la transición al eléctrico. Entre tanto, los Perte en el sector, proyectos como la gigafactoría de baterías de SEAT-Volkswagen en Sagunt y la determinación de Ford para quedarse en Almussafes dieron días de gloria que, sin embargo, no han evitado que sobrevuele ahora una sensación agridulce.

El coche eléctrico no acaba de llegar, y con él, tampoco los planes de las empresas arrancan. Ford, sin querer ser muy conciso, sí que reconoce que va a ir “tomando decisiones” conforme el mercado y sus clientes hagan la transición a los vehículos eléctricos. “Equilibraremos el volumen con la demanda manteniendo el enfoque en costes”, dijo recientemente la multinacional respecto a su planta de Valencia, donde los ánimos empiezan a flaquear.

El sindicato UGT-PV, que lidera su comité de empresa, empieza a inquietarse y ha pedido a la automovilística que cumpla el Acuerdo por la Electrificación, firmado en Alemania con oposición de los otros sindicatos en la planta. Mientras, hay un ERE en proceso por un excedente de personal que parece ser la clave del proceso siguiente. Porque en el nuevo paradigma tecnológico, los expertos ya asumen que el empleo se verá claramente afectado.

“Se está dando la tormenta perfecta: la escasez de semiconductores, la volatilidad de los precios del acero, la bajada de la demanda, la ruptura de las cadenas de suministro y ahora la presión de la inflación, pasan factura”, enumera Elies Seguí, director de la Cátedra de Economía Valenciana de la Universitat Politècnica de València.

El tiempo en blanco de la pandemia también ha penalizado fuertemente, mantiene Juanjo Picazo, secretario general de CCOO-PV Industria. “Hay que buscarle una explicación a los cierres, entender qué ha pasado en el sector de la automoción. Y ahí encontramos un año y medio, dos años, donde se ha paralizado la industria y los nuevos proyectos y ese retraso tiene las consecuencias en el ciclo habitual de la automoción”, argumenta Picazo, quien estas semanas cierra intermitentemente reuniones con la dirección de Thyssenkrupp Galmed, la última empresa en anunciar un cierre en esta industria de la Comunidad Valenciana.El tiempo en blanco de la pandemia también ha penalizado fuertemente, mantiene Juanjo Picazo, secretario general de CCOO-PV Industria. “Hay que buscarle una explicación a los cierres, entender qué ha pasado en el sector de la automoción. Y ahí encontramos un año y medio, dos años, donde se ha paralizado la industria y los nuevos proyectos y ese retraso tiene las consecuencias en el ciclo habitual de la automoción”, argumenta Picazo, quien estas semanas cierra intermitentemente reuniones con la dirección de Thyssenkrupp Galmed, la última empresa en anunciar un cierre en esta industria de la Comunidad Valenciana.

Antes fueron Lear y SAAS, y también el grupo Rhenus Automotive en Almussafes, que anunció un Expediente de Regulación de Empleo para, “exclusivamente”, matiza la empresa, el centro encargado del suministro logístico. La compañía, que opera también en Esparreguera y Pedrola (Zaragoza), confirma a La Vanguardia que “no cierra sus puertas” en Almussafes y seguirá prestando sus servicios en la planta de montaje, donde ensambla componentes de vehículos.

Este jueves, tras amenazar con ir a la huelga, el comité de empresa llegó a una acuerdo y anunció que habían conseguido que los 118 trabajadores tengan unas indemnizaciones “buenas, aunque no lo esperado”, según el presidente del comité de empresa y representante de los trabajadores por el sindicato CGT, Toni Olaya.

El comité acusó directamente a Ford de la situación, pues alega que la pérdida de sus puestos de trabajo se produce en detrimento de la mano de obra “barata” que ha buscado la multinacional, también en Almussafes, pero en centros especiales de empleo. Lo tildan de “cáncer” para el parque industrial de Almussafes.

La dependencia que tiene la industria valenciana de Ford es evidente. “Del 100%”, cifra Enrique Careaga, CEO de Industrias Alegre. El directivo enumera la disminución de volúmenes, los incrementos salariales -“que no se pueden repercutir en el precio de las piezas”-, y las inversiones realizadas para atender las demandas máximas, así como el fin de la producción del modelo Transit en Almussafes para el año 2024 como razones para que este sea un momento “tremendamente complicado”.

Opina que esta situación lleva a que “solamente las empresas con pulmón financiero o diversificadas con volumen de negocio sin dependencia de Ford puedan aguantar este periodo que se alargará varios años”.

Es por ello que en la Generalitat Valenciana buscar equilibrar esos días de gloria con los que ya son inevitables avisos de que algo está cambiando. En el Gobierno valenciano asumen de hecho que la industria auxiliar del automóvil es “la que más va a sufrir”, por lo que quieren ayudarla a ser “más competitiva y prepararla para dar servicio y producto a la nueva etapa, la de la nueva ola de la industria de la automoción”, explica el secretario autonómico de Industria, Comercio y Consumo, Felipe Javier Carrasco.

Carrasco considera que el esfuerzo debe ponerse en capacitar, “en dar herramientas competitivas a la industria auxiliar del automóvil que es realmente la que tiene más de 20.000 puestos de trabajo y la que hace que la Comunidad Valenciana siga siendo líder en fabricación en la industria de automóvil”. De ahí, pasos como el dado el pasado jueves, cuando se acordó con Thyssenkrupp forman un grupo de trabajo, junto con la Conselleria de Educación y Empleo, para abordar los detalles técnicos directamente con la empresa y “avanzar en la búsqueda de una solución consensuada”.

A la Administración le preocupan los vaivenes de la industria, pero no queda más que esperar. El presidente Carlos Mazón quiso ser prudente recientemente cuando, al ser preguntado por Ford, dijo que esperaba que sus planes se concretaran “lo antes posible”.

La empresa está dilatando la asignación de eléctricos en Valencia en un contexto internacional cambiante y tiene consecuencias. La gerente del clúster de la automoción y la movilidad, AVIA, Jackie Sánchez-Molero, explica que siguen atentan la información oficial con “la esperanza de que haya nuevos modelos eléctricos que revitalicen el sector. Somos conscientes que esta dilatación en comunicaciones conlleva incertidumbre en el sector”, apunta.

Pero en esa espera, las empresas pequeñas y medianas buscan respirar sin artificios y buscan otras fórmulas. Así, empresas como Infamol, Nutai, Industrias Ochoa, Weidner Ibérica, IT8 y SPAG, viajaron esta pasada semana a México junto al Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial en una misión comercial para abrirse a nuevos mercados ofreciéndose como proveedoras de productos, servicios de ingeniería y de innovación. Han empezado a trabajar con empresas mexicanas y con distintos clústers de otros países buscando posibles colaboradores. Han abierto más la puerta.

“Las pymes auxiliares de la automoción se han enfocado en la diversificación, señal de que están buscando otros nichos donde poder colocar sus productos. Igual que se dio en otras industrias, como por ejemplo en la textil que empresas de tejidos acabaron haciendo interiores de coche, aquí también se está dando el proceso contrario por la volatilidad del mercado”, comenta Seguí, que lleva cuatro años analizando la idiosincrasia de la economía valenciana en diferentes análisis que parten de encuestas realizadas a más de 400 firmas de la Comunidad Valenciana.

“Hay que pensar en un plan que sea de competitividad para la industria que queda y que va a dar refuerzo a la industria del automóvil que va a venir de fuera y que se va a establecer aquí”, defiende el secretario autonómico. La que se queda hace malabares por diversificar y se ofrece a las nuevas empresas, como PowerCo, que el viernes celebró su primera jornada con posibles proveedores y colaboradores, centrada en servicios de construcción y servicios generales entre los asociados de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana.

Sin embargo, aún no busca a esa industria auxiliar, cuya “fortaleza y potencial innovador fue un factor diferencial para la implantación de la empresa de baterías del grupo Volkswagen”, señaló el CFO de PowerCo Spain, Javier Rivera. Es por ello que esta sigue explorando y respirando. Como sea.

VER PUBLICACIÓN ORIGINAL EN LA PRENSA (La Vanguardia)

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